España, sus monumentos y artes, su naturaleza e historia . ameno Belver, y la antigua Chalamera, cuyaconquista debida á los capitanes de la frontera fué nueve añosanterior á la de Fraga. La campiña se vuelve por grados menosrisueña, y menos rica la vegetación: después de Ontiñena rodea-da de hermosa huerta sobre un arroyo, ya no se atraviesan sinollanuras casi desiertas, hasta llegar al antiquísimo puente sobreel Alcanadre situado junto á Villanueva de Sijena, desde el cualempezaba el territorio de aquel opulento monasterio de religio-sas. Parece que la naturaleza va preparando á las emociones


España, sus monumentos y artes, su naturaleza e historia . ameno Belver, y la antigua Chalamera, cuyaconquista debida á los capitanes de la frontera fué nueve añosanterior á la de Fraga. La campiña se vuelve por grados menosrisueña, y menos rica la vegetación: después de Ontiñena rodea-da de hermosa huerta sobre un arroyo, ya no se atraviesan sinollanuras casi desiertas, hasta llegar al antiquísimo puente sobreel Alcanadre situado junto á Villanueva de Sijena, desde el cualempezaba el territorio de aquel opulento monasterio de religio-sas. Parece que la naturaleza va preparando á las emociones delarte y á los recuerdos históricos; y cuando al extremo de unalarga y ancha senda se descubre la vasta fábrica, fundación de reyes, asilo de la hermosura y de la nobleza, se ad-mira uno de ver la armonía que con ella guarda la pequeña lla-nura en que está plantada, árida como respirando silencio y vir-ginidad, cerrada de cuestas por todas partes como destinada ála clausura. .lil CAPITULO II Monasterio de Sijena fN--~-V\. N 1183 aquella llanura era un pueblecillos feudatarios de la ordende San Juan de Jerusalén ocupaban losalrededores; el de Sena que aún subsistehacia el norte en lo alto de una colina, elde Sijena junto á la laguna, y en frente elde Urgelet á la otra parte del día reunidas en Sijena las tres poblacio-nes, salían de allí en procesión devota condirección á la laguna, y atravesándola con bal-sas un anciano preste y los vecinos para llegar á un islote que enel centro de ella sobresalía, volvían de allí con una pequeña efigiede la Virgen, ante la cual al paso que inclinaba la frente la pia-dosa concurrencia, le dirigía tiernas y sencillas veces la efigie, talismán de sus esperanzas y consuelo, habíadesaparecido de la iglesia de Sijena; tres veces la habían encon-trado bajo las retamas de aquel islote, sin más adorador que untoro feroz, que dobladas las rodillas perm


Size: 1346px × 1857px
Photo credit: © The Reading Room / Alamy / Afripics
License: Licensed
Model Released: No

Keywords: ., bookcentury1800, bookdecade1880, bookpublisherbarce, bookyear1884