La Mujer . AMOR 1)K M \DRE ALBIJM-REVISTA Í.A MIMETE •. Llamó á sus hijos el mago Ibrahim y leshabló de esta manera: —Siento que se me acaba la vida; voy á re-partir entre vosotros el fruto de mi ciencia yde mi trabajo. Pero antes he de poner aprue-ba vuestro ingenio. Respondedme: ¿quién esel hombre que tiene mejor lecho en el mundo? —El que descansa en el fondo del mar, di-io Albucasis. —El que no envidia ningún lecho ajeno,contestó Husein. —El que tiene el sueño más profundo, dijoAvenzoar. —El que no se acuesta sin haber hecho unbeneficio, contestó Said. —Respondedme otra vez, prosiguió Ibra
La Mujer . AMOR 1)K M \DRE ALBIJM-REVISTA Í.A MIMETE •. Llamó á sus hijos el mago Ibrahim y leshabló de esta manera: —Siento que se me acaba la vida; voy á re-partir entre vosotros el fruto de mi ciencia yde mi trabajo. Pero antes he de poner aprue-ba vuestro ingenio. Respondedme: ¿quién esel hombre que tiene mejor lecho en el mundo? —El que descansa en el fondo del mar, di-io Albucasis. —El que no envidia ningún lecho ajeno,contestó Husein. —El que tiene el sueño más profundo, dijoAvenzoar. —El que no se acuesta sin haber hecho unbeneficio, contestó Said. —Respondedme otra vez, prosiguió Ibrahim:¿qué es lo más difícil? —Perdonar las injurias, contestó Albucasis. —Educar á un hombre, dijo Husein. —Conocerse á sí mismo, dijo Avenzoar. —Hablar oportunamente, contestó Said. —Respondedme otra vez, añadió Ibrahim:,¿en qué ocasión os gustarla no tener manos? —Cuando me fueran inútiles para defender;á mi patria, dijo Albucasis. —Cuando tuviera que perder las manos ó lacabeza, respondió Husei
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